mujER chinganera
Pero llegaron las guerras,
también en mil ochocientos,
escasearon alimentos,
en el aire todo aterra.
Y saquearon nuestras tierras,
con ejército altanero,
la Independencia primero,
luego con Perú y Bolivia,
y ningún dolor se alivia,
y yo aquí ya desespero.
Con los Mapuches sabemos,
que hasta hoy están luchando,
y aún se siguen rehusando,
a devolverles sus terrenos.
También vuelve a repetirse,
el machista violador,
que como el conquistador,
sólo debiera pudrirse.
Todo ya parece hundirse,
nuestros hombres son llevados,
o ellos huyen aterrados,
por las deudas o la guerra,
la situación nos destierra,
hemos sido devastadas.
A la ciudad tuve que huir,
largo trecho caminé,
al Estado supliqué,
vi a la Iglesia influir.
¡Un sitio pa’ construir!,
¡un lugarcito pa’ plantar!.
No se pudieron negar,
tantas somos, aquí estamos,
y en la Chimba nos quedamos,
de nuevo con to’o empezar.
Acá a la orilla del río,
Acá al costado del puente,
armamos un buen ambiente,
Ya no pasamos ni frío.
Y junto a nuestros críos,
fritanguería instalamos,
y una ramada armamos,
y pa’ atraer a la gente,
ofrecemos aguardiente,
y cantamos y bailamos.
La Chingana inventamos,
creatividad de mujer,
siempre lista a resolver,
el problema que pasamos.
Por aquí to’ había estamos,
¿Usté’ me ha visto friendo?,
¿o anticuchos vendiendo?.
Por Mapocho me coloco,
aunque ahora canto poco,
el folclor se está perdiendo.
Nuestro único problema,
es tener tanto chiquillo,
cada parto es un delirio!,
cada huacho, un dilema!.
Y sin marido este sistema,
nos ve solas, vulnerables,
licenciosas, deplorables,
nos vigilan, nos reprimen,
porque nuestro mayor crimen,
es ser libres, indomables.