El vestuario de época fue elaborado Julio San Martín, basándose en su amplia experiencia, y en la elaboración de vestuario que efectuó en la investigación “Origen y estereotipo del traje de la mujer campesina del valle central de Chile”, desarrollada el año 2009, en el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile.
El vestuario requería del concepto de un avance de época que fuera posible mediante cambios de vestuario que se realizarían dentro de la escena. Se debía avanzar desde la Campesina Feliz (1700-1850) a la Chinganera (1810-1839), y luego a la Asalariada (1860-1925), y por último a la Madre de Familia (1925 a la actualidad). Las mujeres Originarias (desde siempre a la actualidad), la aristócrata (1830-1840), y las actuales fueron construidas de manera independiente.
Para dar vida al concepto, se recurrió a la superposición y al despojo. Las Campesinas Felices (1700-1850) sólo fueron vestidas con ropa interior, consistente en una faja que apretaba el torso y senos, y una blusa y enagua. La Chinganera (1810-1839) aparece cuando las campesinas se ponen su traje. Para nosotras esto es simbólico y significativo, pues la Chinganera se construye a partir de la ropa interior de la Campesina feliz. Luego, la asalariada fue construida con un delantal que se superpone al traje de la Chinganera; y la Madre de Familia surge del desvestir de una de las asalariadas, cuando se le despoja de todo, incluso de la tradición (y vestuario) de su ser campesino.
Las Originarias y la Aristócrata tienen trajes únicos. Los de las originarias fueron elaborados con telas nobles, y el de la aristócrata fue confeccionado con los patrones originales de la época.
Las mujERES actuales fueron vestidas con ropas cotidianas de las danzactrices, a las cuales se sumaban elementos con gran significancia emocional, como por ejemplo el delantal utilizado por una abuela muy querida.
Julio también desarrolló el concepto de la falda/marcha/colectivo, de 14*10 metros, utilizada por 8 bailarinas.